El valor de equivocarse

Mafalda de Quino
En estos días mi amiga escribió en su cuenta de Twitter: "Quiero tanto a mis errores, como a mi pasado... ¿o de donde nacería la experiencia?". Esta frase me gusta, pues lleva en sí misma una gran capacidad de aceptación, esa que nos permite perdonarnos y encontrar en la adversidad oportunidades para mejorar. Sin embargo el pasado, cuando ha sido negativo y nos cargamos de culpa, nos puede llevar también a reacciones no tan positivas. Alguien muy cercano me dijo: "Cuando a una mujer le rompen el corazón, empieza a querer con los trozos que le quedan". (obviamente era un hombre). En el plano afectivo, cuando hemos tenido una situación dolorosa, "contratamos" los servicios de un severo "celador", atento a no abrir las puertas de nuestro corazón con facilidad. Ah, ¿y cual puede ser el uniforme de este celador?: El temor...

Tenemos inclinación hacia las cosas positivas, es nuestra naturaleza. Lo negativo o doloroso, normalmente nos genera rechazo y procuramos evitarlo. Cuando hemos tenido una decepción, y nuestro corazón sufre a raíz de ello, la próxima vez que nos encontremos ante una nueva relación, reaccionaremos de forma prevenida, desconfiada, insegura. ¿Por que arriesgarnos de nuevo? Es aquí donde decidimos no involucrarnos y dejar pasar las cosas... O tal vez decidamos "jugar" con la otra persona así como creemos que jugaron con nosotros.  O simplemente, decidimos pasar el tiempo en esta nueva relación, sin comprometer el corazón, como por tener alguien con quien salir...

 Definitivamente nuestro corazón es tan frágil que se endurece con facilidad...

¿Como culpar a quienes reaccionan así, incluso con la carga de crueldad que puedan contener los dos últimos escenarios? ¿Y por eso es justificable? ¡Ni mas faltaba!, ¿que culpa tienen los demás de nuestros miedos y frustraciones?. Insisto, debemos fortalecer nuestra autoestima y desligarnos de esa dependencia que nos ha creado la sociedad, esa que nos venden en cuentos de hadas y románticas tonadas, esa que nos dice cómo nuestra felicidad está condicionada a alguien que nos ame. Esta idea hace que después de los errores nos volvamos duros, pues si nuestro corazón abre de nuevo sus puertas, nos ilusionaremos, soñaremos, creeremos, es decir, quedaremos expuestos... Eso es como vivir seguros pero sin pasión, ¿no?

Si no han sanado nuestras heridas, o consideramos que aun somos frágiles, podemos tomar un tiempo más a que se aquiete nuestra mente y alma, pero sin quedarnos inmóviles. Socialicemos, hagamos cambios personales, reinventémonos y desarrollemos nuevos proyectos. Acciones tan simples como éstas, fortalecen nuestro interior y nuestra independencia.       

Los errores no existen cuando se comenten por vez primera. Podemos escuchar consejos para no llegar a viejos, como dicen las madres, pero aprendemos más cuando recorremos los caminos. Todo el mundo nos puede aconsejar sobre una situación, pero hacemos oídos sordos y nos aventuramos, sea por irreverencia o incredulidad, pero lo hacemos. Podemos lamentarnos después, ¡pero qué le hacemos, así somos!. ¿De que otra manera podemos crecer como personas? Si por consejos fuera, no saldríamos nunca de la casa... Una cosa mas, si hemos sido los que aconsejamos, por favor evitemos la frase mas odiosa de este mundo: "le advertí..." Como si nunca hubiésemos sido necios o completamente tontos...   

Debemos ser agradecidos con las experiencias que hemos vivido, en muchas ocasiones las situaciones o personas que se cruzan en nuestra vida, llevan en sí una gran carga de enseñanza. Solo el tiempo nos ayuda a ver con nuevos ojos las vestiduras de la adversidad, el tiempo es esa variable que nos ayuda a ser mas sabios. Hay quienes necesitamos mas tiempo que otros para entender, y tal vez dejemos este mundo faltándonos un poco más, solo un poco más...

Si hemos caído muchas veces, y nos hemos levantado de nuevo, ¡bien  por nosotros!. De ser así, las nuevas personas que lleguen a nuestra vida deberían considerarse afortunadas... pues han encontrado a alguien que se superó a si mismo, que ha aprendido la manera de hacer mejor las cosas, sin ansiedades ni miedos, con el corazón tranquilo, dispuesto a amar una vez más...

Les deseo un buen día...

Pd:  Hegel dijo alguna vez: "Tened el valor de equivocaros." ... A ser valientes entonces...


Comentarios

  1. Gracias por cada vez que respiras en azul... Me encantan tus reflexiones sencillas, tranquilas, pero al tiempo, profundas y que invitan siempre a la reflexión para esculcar lo mejor de nosotros.

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    1. Gracias a ti por tomar un tiempo para compartir tus impresiones y pensamientos... un abrazo!

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  2. El valor de equivocarse, la valentía al perdonarse.

    Gracias, me enfocaste en algunas ideas sueltas que andaban en mi cabeza.

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